Llegué a Santiago provinciano y Martín Rivas”. Este es el primer verso de la canción La gran capital del disco Témpera de Manuel García, cantautor chileno de música estilo folk, a todo esto, vale la pena mencionar su nominación a los Altazor de este año. Esta canción, con la cual me siento totalmente identificada, tiene mucho que ver con lo que estoy viviendo hoy, la escucho cómo si no hubiera nadie que describiera de mejor manera mi momento actual, y quizás a Manuel también le ocurrió lo mismo en su momento, ya que él se vino desde Arica a comenzar algo nuevo, a esta ciudad, como él la denomina, la gran capital.

En resumidas cuentas yo soy Francisca, una Iquiqueña que se ha venido a Santiago a cumplir un sueño grande, ser periodista,  por eso estoy aquí, vine a estudiar mi pasión, lo que me llena, esa adrenalina de saber lo que está pasando, comentarlo, vivirlo. Estoy a 1.840 kilómetros de mi familia, de mi casa, de mis amigos y a veces me pregunto si vale la pena dejar de ver a los que tanto quieres por tus sueños. La respuesta a veces es , claro que sí, porque después veré los frutos de mi esfuerzo y seré lo que me gusta, pero a veces es un no rotundo, te bajoneas y piensas ¡que cresta hago aquí!, lejos de lo mío, perdida en un lugar enorme con gente que no conoces.

Cuando se vive tanto tiempo en una ciudad pequeña y donde casi todos se conocen, el cambio es fuerte, te ves enfrentado a algo radical, debes aprender a caminar como santiaguino, apurado y estresado, y aunque suene feo, debes aprender a empujar a la gente  porque aquí el tiempo es oro, casi de forma literal.

Debo decir que antes de tomar la decisión de venirme, no sabía que hacer, pasé todo el maldito verano pensando que hacer con mi futuro, no porque no supiera que estudiar, al contrario, la tenía clara, pero ¿Qué tan atrevida era para agarrar mis pilchas, decirle chao a mis papis, a mi hermano y a mi perra, tomar el avión y comenzar con esto?

A veces, todavía me sorprendo de lo que hice, de andar por un sendero de árboles interminables para llegar al otro lado de la ciudad, de ir a la universidad, de tener clases con Alejandro Guillier jajá ¿De verdad estoy en clases con este caballero? Pellízquenme por favor.

Creo que todos o la mayoría de nosotros, hemos dicho alguna vez algo como esto: “Me quiero ir de esta ciudad, estoy aburrid@, necesito conocer gente nueva, un mundo nuevo” y cuando ya te vas, sientes un mix de sentimientos: ansias de desafío por lo novedoso que empiezas a concretar y nostalgia por alejarte de tu tierra.

Si de destacar cosas buenas se trata, aquí hay muchas cosas, harta cultura, harto concierto, harto carrete, harto mambo, lo que no quiere decir que me convierta en una bohemia ni que me vaya a descarrilar, no busco el fracaso a un mes de haber llegado, já.

Hasta ahora he contado lo que se siente al principio de la aventura, honestamente no se que viene después, pero no tengo miedo en seguir, ya estoy aquí, Let’s do it!

En fin, esta, la segunda parte de mi vida, ya comenzó, y a pesar de todo lo que dejé allá, de lo nostálgico que es, no quiero perderme esto por nada. Te invito ¿Me acompañas?

“Cuando era niña jugué a la gran capital, y ahora en serio, con los dados del destino”

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