Hay, entre celebraciones y vítores por nuestro aniversario, un halo de ansiedad y remordimiento aderezado con algo de culpa y rabia. Al menos, es mi más humilde sentir. ¿El por qué?, simple, van meses de movilizaciones y nadie de nosotros se dignó siquiera a gastar una líneas a dicho conflicto, que hoy por hoy, sigue llenando páginas de la prensa.

Me cuestionaba entonces, ¿Qué nos diferencia de LUN o programas como SQP, Primer Plano o CQC?, será la integridad dirán unos, la objetividad otros, y los menos hablarán con sorna respecto de las lucas que corren por bambalinas en esos mal llamados programas de televisión. Sinceramente creo que tan distanciados no estamos.

Debo ser claro, orgulloso me siento de este espacio, de la cobertura mediática que logra, de los discos que se comentan, las fotos que recuerdan, los eventos que se cubren, etc, pero siento la inefable sensación de los lentes de cuero sobre los ojos. A lo mejor no es el espacio para hablar de algunos temas, y si ese fuese el argumento, pues claramente no tenemos más que cerrar el libro e irnos a la casa pensando en que vivimos en el país de Alicia. Ser ciegos, sordos y mudos, ante tamaña coyuntura nacional, es no aportar ni centrar el debate, no entrar a la arena, ergo, ser sindicados como cobardes y poco críticos. ¡Ay! de dicho título que se nos cuelgue.

Espero que nunca lleguemos a ser interpelados como aquel agudo periodista de TVN, el cual no tuvo más argumentos que amurrarse y pegar la retirada. ¿Qué nos prohíbe hablar desde un prisma u otro acerca de la realidad nacional tan candente que se quema en nuestros ojos? a veces creo firmemente que el título de generación no estoy ni ahí aún nos pesa. Gracias Chino Ríos por ser tan referente de una generación que pasó sin pena ni gloria.

Algunos se han aprovechado de esta batahola magna de protestas para llamar a las suyas, comentar a través de la prensa ciertos ejercicios de participación ciudadana, mecánica burda de un malgaste de letras aún más burdo. Sigo sintiendo que escapamos al juicio objetivo del periodismo independiente, siento que de Cuarto Poder tenemos sólo las once letras que componen la palabra.

No habrá que pecar entonces de los vicios oligofrénicos de los colegas que se dicen periodistas y no son más que animadores de quermeses que desean un micrófono con un logo de algún canal, ojala sea capitalino y tenga programas de farándula; recaer en la más consuetudinaria de las estupideces y preguntar a los líderes del movimiento acerca de su signo zodiacal o que música escuchan… el tiempo de las banalidades y respuestas superfluas ha terminado. Hoy Kel Calderón ya no puede cantar Me creo Punky y hacer una meta-rebeldía, sin saber que la estarán esperando quinientos jóvenes ansiosos de hacerle saber que ella no los representa, ni como joven ni como Punky. Estamos abriendo los ojos, y tal cual en Matrix, estos duelen cuando ven la luz, duelen y mucho.

A reflexionar entonces, en este tiempo de recogimiento personal acerca de la dirección que ha comenzado a tomar tanto lo Urbano como lo Divino… a pensar entonces cuál será nuestro rol en la sociedad que se nos viene… ¿Será más importante el culo de la Marlen o la transmisión del debate por la educación?

Quiero pensar que lo segundo…

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