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Imagen: Zancada.com

El Cinépata del año 2009 buscaba ser un espacio donde Alberto Fuguet y sus amigos pudiesen mostrar sus trabajos audiovisuales: obras de bajo presupuesto y que no demoraban más de un año en ser realizadas completamente. Todo parecía marchar bien, pero para ver alguna película había que descargar un archivo que hacía todo más engorroso. Pasó de ser una genial idea a un sitio poco rentable. Un año más tarde, el panorama cambiaría, y para mejor. De eso y más nos cuenta Horacio Valdivia, director de Cinépata.com

¿Cómo se formó el actual Cinépata?

A finales del 2010 convencimos a Fuguet de que hiciéramos un Cinépata distinto: hacerlo latinoamericano, lo que consistía en tener películas no sólo chilenas como en un principio, sino que de todo Latinoamérica, pero siguiendo con la idea del cine independiente y agregando además artículos sobre cine. Comenzamos con una inversión chica y nos subimos al carro.

¿Cómo financian este denominado cine garage?

Al ver el tema del financiamiento, básicamente dijimos: metámonos la mano al bolsillo y mantengamos nosotros el sitio por un año. Hoy llevamos casi dos años y Cinépata paga sus costos fijos, los cuales son bajos. Todos los que trabajamos aquí lo hacemos porque creemos en el proyecto, porque nos gusta y esperamos algún día ser una empresa lo suficientemente grande para vivir de esto.

El rédito pasa a un segundo plano…

En parte, porque el sitio tiene que ver también con nuestros sueños de cómo tiene que ser la distribución, con experimentos nuestros para hacer más sustentable la entrega gratuita de contenido, tiene que ver con nuestro aporte a la humanidad.

¿Existen sitios similares en Latinoamérica que “compitan” con ustedes?

No, porque la gran diferencia que tiene nuestro sitio con respecto a otros es que es legal, es decir, nosotros trabajamos con los autores para incluirlos acá.

¿Qué tal la respuesta de los usuarios después de casi dos años?

Ha sido súper buena. Piensa que nuestro sitio es de cine garage, cine alternativo, donde hay películas desde vampiros hasta historias de amor. También hay presupuestos de todo tipo, y algunas obras ni siquiera tienen un presupuesto, entonces uno piensa que va a un público escaso, pero creo que acertamos al abrir el sitio a todo Latinoamérica.

¿Según tu perspectiva, el chileno en comparación con el argentino valora menos el cine independiente?

Lo que pasa es que los argentinos partieron mucho antes, en Chile tenemos cine independiente en un volumen más decente desde hace sólo un par de años. Incide también que somos un país más chico que ve menos cine y que tiene menos productoras. En nuestro país se hacen 30 largos al año en el circuito completo, y en Argentina se hacen 120. Cuando tú tienes más producción que ventanas de exhibición, quedan películas ahí dando vueltas, pero en Argentina hay también un mercado para esas producciones chicas y un interés infinito. Nosotros recién con la vuelta a la democracia retomamos la idea del cine como algo importante.

¿Tu opinión sobre el cine “comercial” tipo Nicolás López?

Ah, me gusta mucho ese cine, creo que mientras más producciones hayan, mejor. Además es súper importante que hayan dos tipos o dos ramas, al igual que en la literatura, en la tele y en cualquier producto cultural. A mí me encantan las películas de Nicolás López, las voy a ver al cine como también veo Batman, Terminator  o Violeta en el cine.

¿Cómo ves al cine independiente de aquí a 10 años?

Sin duda va a crecer en el volumen, lo cual debiese ir acompañado de sistemas de distribución que lo apañen, ese sería el gran cambio en la industria y que nadie sabe cómo hacer, porque tenemos cada vez más cineastas, cada vez más plata y posibilidades para producción, pero no tenemos dónde mostrarlas, entonces yo creo Cinépata va a jugar un rol muy importante en diez años más en Latinoamérica.

¿Qué largometrajes la gente no debería perderse en Cinépata?

El pejesapo, cualquier persona que le guste el cine debiese verla. Todas las de Ezequiel Acuña. Velódromo  tampoco hay que perdérsela.  El estreno Educación física y hay muchas más, la mayoría son imperdibles.

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