No es fácil lanzar un disco nuevo cuando el anterior trajo consigo el éxito y las buenas críticas internacionales. Aun así, este era un buen momento para que Chicos de la Luz llegara hasta nuestros oídos, y confirmara que la carrera de Astro no deja de iluminarse.

El pasado sábado 17, el Teatro Cariola estuvo expectante frente a esas diez nuevas canciones que sonaron íntegramente y que demuestran que la etapa de exploración de la banda no cesa: Andrés, Zeta, Lego y Octavio conservan su sello, pero ahora el enfoque es distinto.

El setlist mantuvo el orden del disco y comenzaron con Uno, tema que se divide en una primera parte introspectiva, y que luego se rebasa con un coro donde “implota el universo”. Sin duda, una de las mejores del disco. Continuaron con Bardo Thodol, la reconocida Caribbean y Chicos de la Luz, admitiendo cada cierto rato lo nerviosos que estaban, algo que no se percibió en el show, el cual se encendió con Druida y Danza Celestial, aciertos musicales que ya habían sonado en presentaciones previas.

La calma retornó por un momento con Warrior, y el concepto del sol se reunió en Rico y Dimensión Suprema. El bloque finalizó con Kafka, por lejos el tema más tierno del álbum, inspirado en el perro de Andrés Nusser.

La segunda parte del show se inició con el Cumpleaños Feliz, coreado por el público a Nicolás Arancibia, Lego, quien ese día cumplió 29 años. Luego vino Maestro Distorsión, canción con la que empezó todo el 2009. Le siguieron Coco, Le Golden Ballon y Drogas Mágicas.

Cerraron el concierto Panda, Manglares, y la más solicitada, Ciervos.

La evolución de Astro no sólo se está notando en este nuevo trabajo, sino también en el cariz de este lanzamiento, centrado en canciones que son protagonistas, sin mayor uso de elementos adicionales, porque para asegurar un buen show, ellos sólo necesitan la química con la gente, sonar bien…y por supuesto, la luz.

Algunas fotos del show

Comentarios

Comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí