Media tarde en el viejo y heroico puerto y nos recibe uno de los hombres importantes de la educación en la región. Ingeniero civil, Doctor en Administración, cinéfilo, melómano y un lector empedernido; Juan Carlos Carreño, Rector de la Universidad Santo Tomás en la ciudad, desgrana el choclo de la actualidad local, nacional y mundial, además de mostrarnos un poco más de su lado “B”.

Sus gustos son simples: música, un crisol de estilos, la lectura, más de 5.000 libros en su colección personal y la fotografía, teniendo varias publicaciones de sus instantáneas que, a decir verdad, están bastante buenas para alguien que se considera un amateur.

Nos recibe en su casa con vista al mar y nos abre orgulloso las puertas de su rincón más personal en un cálido ambiente masculino que incluye una mesa de pool, una colección de whiskys y vinos que entregan el tono perfecto para una conversación franca y amena.

Media tarde y ya no hace calor, lo primero que resalta a la vista es su amor por lo estético, lo minimalista de su terraza contrasta con lo variado de sus gustos musicales los que se manifiestan según su estado de ánimo. Nos sentamos a conversar sobre sus orígenes; iquiqueño y salesiano este Ingeniero Civil que tiene un MBA y un Doctorado en administración de organizaciones, poco a poco se atreve a compartir con PDV aspectos de su vida personal, partiendo por lo laboral.

Santo Tomás Sede Iquique

El tema con la educación nace por las ganas de quedarse en la ciudad ya que, anteriormente como gerente de la zona norte de Lan Chile, le piden cambiarse de zona para nuevos desafíos, “La verdad yo no me quise ir y se presenta la posibilidad de entrar al mundo de la educación y me invitan a levantar en el 2003 la sede Iquique”.

Admite que comienza a aprender y de la misma forma a especializarse para asumir este nuevo gran desafío que era liderar la sede de Iquique de la corporación Santo Tomás. Y es que cuenta con cariño como comenzó la institución en la ciudad, la que desde sus inicios se centró en la calidad, un término tan manoseado en estos días y que en la casa de estudios de calle Héroes de la Concepción es una premisa que manejan desde los alumnos hasta los directivos. “La clave de la Santo Tomás es el modelo educativo, eso nos permitió el éxito que se ve reflejado en los más de 100 mil alumnos a lo largo del país” replica Carreño, destacando además que la piedra angular de este modelo es el aspecto valórico, es el elemento diferenciador con otros modelos educativos que fracasaron.

Actualidad

Ad portas de la modificación de la Ley de educación, el rector de Santo Tomás tiene muy claro su punto de vista “el cuestionamiento es inherente a la sociedad, es bueno que las cosas evolucionen, ahora, estos procesos de crisis, con la fuerza de este último tiempo nos muestra que es necesario cambiar el modelo. Lamentablemente se puso el foco en la accesibilidad, o sea, todos pueden entrar a la universidad -y eso está bueno- pero nadie puso el acento en la calidad».

«Quizás aún no está claro si tenemos mejores universidades. Lo que sí está claro es que hay más muchachos estudiando gratis pero tenemos que ver cuántos se mantienen, aún la tasa de deserción en primer año es gigantesca», agrega.

Sabemos que la confianza en las instituciones es un problema mundial, son duros los cuestionamientos a diversos organismos religiosos, gubernamentales, familiares e incluso personales. Todo está en tela de juicio y es básicamente producto de la nueva forma de ver la vida. Respecto a  esto, Juan Carlos tiene una mirada más optimista pues considera esta crisis como una oportunidad: “La crisis de hoy en día es porque se sabe lo que sucede y eso es muy bueno, se están transparentado los procesos, la sociedad  se está mirando y reconoce que se están haciendo mal las cosas. Es la evolución hacia la transparencia. Ahora es el momento para aprovechar esto y formar otro tipo de conductas; en los centros de formación, claramente nosotros estamos en el tercer tramo, ya terminando, pero nos damos ese trabajo porque es nuestra responsabilidad”.

Respecto a la cultura y pasatiempos sus gustos son variados. Podemos denominar a Juan Carlos Carreño como un coleccionista ecléctico y es que, como confesión interna nos cuenta “siempre tuve una vocación artística, me gustaba la música, pintar, dibujar, leer. Me gustaba Iron Maiden, leer comics, paso desde metal pesado, Led zepelín pasando por Metallica y, avanzando en edad, ya le encuentro valor a lo folclórico  y la música clásica … Hoy puedo pasar de un súper recital de Metallica a uno de Chico Trujillo y hasta el opera park  en Nueva York y lo disfruto mucho”.

Su placer culpable es la fotografía y viajar. Cuenta que el vicio de su vida está en su velador, tiene más de 30 libros que está leyendo en estos momentos intercalando entre uno y otro cada noche, además en su biblioteca personal ya van más de 5 mil, entre los que destacan temas como análisis social, economía, novelas de Rivera Letelier y Lafourcade. Asume que los videojuegos fueron un vicio y por eso los dejó, hoy por hoy no practica este hobbie aunque recuerda de su infancia el legendario Prince of Persia. Respecto a la tecnología se declara un Apple Lover, aunque no le hace asco a Windows, prefiere el sistema operativo de la manzana.

Reflexión final: Lo que se viene

“Creo que va a ser un año de muchas expectativas, básicamente para corregir las cosas que no se hicieron bien estos últimos 3 años, se iniciaron proceso importantes pero creo que no fueron de la forma adecuada y creo que el año que viene presenta una gran oportunidad para que esto se capitalice.

Va a haber una cantidad de gente postulando que nos va a marear, o sea, Consejeros regionales, Diputados, Senadores, Presidenciables y los posibles Gobernadores regionales. Creo que es la hora en que la sociedad puede generar el cambio que busca. La gente debe manifestarse, es un año de oportunidades y debemos tomarlas en el buen sentido”.

Texto: César Maturama

Fotos: Alex Díaz

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