Patricio Sesnich Jr. 

“Ben es cálido como la madera; Chon es frío como el metal.

Ben es cariñoso; Chon es distante.

Ben hace el amor; Chon coge.

Ella los quiere a los dos.

¿Qué va a hacer? ¿Qué va a hacer?”.

(Del libro ‘Salvajes’ de Don Winslow).

Si lees esta columna entre el martes 2 de octubre (Día del Cine a mil pesos) y el miércoles 3 de octubre, te recomiendo que veas ‘Salvajes’ en Cinemark Iquique, pues lo más probable es que el jueves 4 de octubre (día de cambio de cartelera) los horarios (completos) desaparezcan, relegándola a la función de trasnoche de fin de semana o en el peor de los escenarios, la película desaparezca de la cartelera local.

Sí, porque la semana del jueves 27 de septiembre, se estrenó en nuestra ciudad ‘Salvajes’ (Savages, 2012) lo último del director Oliver Stone, basada en la novela del mismo nombre escrita por Don Winslow (y que llegó a librerías de nuestro país hace algunos días), quien se encargó de adaptar su libro a cines, junto al mismo Stone, con la colaboración de Shane Salerno (“Shaft”, 2000, “Alien vs Depredador 2”, 2007 / La serie “Hawai 5.0”).

Este thriller presenta a Chon (Taylor Kitsch, Battleship, John Carter) y Ben (Aaron Johnson, Kick-Ass) dos jovenes vendedores de marihuana, que tienen algo en común: el amor por O. (Blake Lively, la serie Gossip Girl y recientemente esposa del actor Ryan Reynolds, al que conoció en La Linterna Verde) una chica a la que le debe ese apodo por dos motivos, uno porque se llama Ofelia (por el personaje de Shakespeare) y otro por sus orgasmos.

La relación entre los tres se pone a prueba, cuando O. es secuestrada por Elena (Salma Hayek), la reina de un cartel de narcotraficantes. El objetivo de estos chicos es rescatar a su querida novia, y de paso asustar a la “Madrina”, raptando a su (ingrata) hija Magda (Sandra Echeverría, las telenovelas “La Fuerza del Destino”, “El Clon”, “Marina”).

John Travolta, Benicio del Toro, Emile Hirsch y el mexicano Demián Bichir, completan el reparto de este buen film –pese a que soy anti marihuana y a los excesos de esta en algunas películas- es un título que disfruté enormemente y que al igual que el libro (que no he terminado de leer) no se toma tan en serio el tema del consumo y el narcotráfico, sino que se ve desde una mirada más lúdica, ligera y entretenida.

CAPÍTULO 34

“No jodas a nadie.”

Éste es uno de los principios básicos de la filosofía personal y también empresarial de Ben.

Él se describe a sí mismo como un “mal budista”, porque a veces come carne, se enfada, casi nunca medita y recurre –sin duda- a sustancias que alteran la conciencia. Sin embargo, está totalmente a favor de los principios básicos del budismo, como “No hagas daño a nadie”, que Ben expresa como “No jodas a nadie”.

No cree que el Dalai Lama le tenga nada que objetar.

Aparte de los depósitos que acumulan intereses en el banco del karma, ha resultado ser una estrategia comercial muy productiva, la esencia misma de la provechosa marca de Ben y Chonny.

(Del libro ‘Salvajes’ de Don Winslow).

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