Pedro se define como un escritor por biología, los primeros recuerdos ligados a la literatura son los de su padre leyéndole algunos cuentos, contándole historias, sobre todo del Iquique de antaño, “del que tuvimos la suerte de conocer quienes hemos crecido acá, del de antes, no éste lleno de violencia, de wi-fi y teléfonos inteligentes”, aclara.

¿El Iquique de entonces era mejor?

Claro que era mejor, se disparaba la imaginación, todo lo de ahora la mata, mi cuento tiene que ver con eso, con la añoranza del Iquique de entonces y sus historias, sus personajes.

El cuento al que se refiere es El Marilyn, historia que le permitió ganar el primer lugar del concurso de Iquique en 100 palabras el año 2013; el cual trata sobre eso, rescatar la ciudad antigua, la añorada por la mayoría de los nacidos en la Tierra de Campeones.

Tu cuento habla acerca de una situación bien cotidiana como abrir una puerta

Claro, esa es la idea, que con esa acción tan simple pasamos a este Iquique moderno, sale a la puerta a barrer como en el Iquique antiguo, con las viejas a pelar pero ahí está la ciudad actual que no conoce, llena de celulares, salsa, colombianos y se va a un pueblo del interior.

¿Él existió en realidad, lo conociste?

Sí, una vez cuando era pequeño en la puerta de mi casa, me asustó en realidad, un hombre con peluca y ojos pintados, entré a la casa, esperé a que pasara, abrí la cortina y me encontré con su mirada y esas cosas no se olvidan, más todavía cuando eres niño.

¿Sabes por qué le decían Marilyn?

Porque era hermoso, irradiaba una dulzura. Yo se la atribuyo al Iquique del cual te hablo, donde todos los vecinos se conocían, se celebrara el año nuevo en las calles, intenté representar eso y hacerle un homenaje a esos años; el mundo bohemio más inofensivo, la gente convivía con los prostíbulos, no había tanta violencia, todo eso lo quise plasmar en el cuento.

¿Qué te parece el concurso de Iquique en 100 palabras?

Todo lo que signifique lectura me parece de un beneficio extraordinario, no importa de dónde venga, motivar a la gente que escriba historias sobre su ciudad, que la saque un poco de esa niebla espesa, es genial. Me parece fantástico el concurso, desde la perspectiva que le de cualquiera, quien se le pegue la gana de hacer una historia, de contarla, le da la motivación de escribir algo de lo que se acuerda, de lo que está dentro de su imaginario, eso no puede estar mal mirado por ninguna parte.

¿Y el que sólo sea en 100 palabras?

El escribir sólo en 100 palabras es un tremendo ejercicio para los estudiantes, para los que tienen carrete en la literatura y los que no tienen mayor vinculación con ésta.

Te dedicas a escribir, tengo entendido que también a las comunicaciones, cuéntanos un poco

Sí, tengo un programa en radio UNAP (101.9), se llama Crónicas urbanas, ahí se habla de la historia pasada, historia mitificada por la imaginación de un escritor, además participo en un programa de libros, Conversando en la ciudad junto a Myriam Salinas.

¿Y en lo literario?

Estoy a punto de sacar Riquelme 1245, que es una visión acerca de Iquique, es un libro de crónicas. Iquique está lleno de personajes fabulosos, una cantidad increíble, todo en Iquique es mágico, lo que nos falta es la vinculación que la gente debe tener con la literatura, no importa cuál sea, ese beneficio no te lo da ningún otro aspecto en la vida.

Envía tus cuentos acá

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El Marilyn

Apenas despertó, el Marilyn removió las legañas de la juerga, peinó su cabello platinado y, acicalado con su bata chimbiroca, se dispuso a barrer la acera y a pelar con las vecinas del cité. Pero cuando abrió la puerta de calle le entró a sus ojazos de bruñidas pestañas una ráfaga de bocinazos, de musiquita de celulares y negros gigantes caminando al ritmo de la salsa. Asustado, agarró sus pilchas, las carteritas que su madre le bordaba, y huyó a La Tirana, olvidando al amante dormido.

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