Debo partir esta crítica con la siguiente afirmación: sí, es verdad, esta es la mejor película de superhéroes que se ha hecho hasta la fecha (al menos hasta que se estrene Watchmen) pero… ¿por qué?

En apariencia no tiene nada de distinto con las otras que se han estrenado del mismo género, (léase el tipo de hierro, súper-boy scout, y Bruce-no-me-quieren-ver-con-la-wea-Banner por nombrar algunos) son todos mega blockbusters con presupuestos ultra elevados, como para pagar la deuda externa de unos cuantos países africanos, actores ultra top, merchandising al por mayor (acuérdense que podemos encontrar al encapotado y al payaso en cajitas felices de burger king, plop!) y hasta versiones dobladas para que los fines de semana los cines se atiborren de ávidos  imberbes consumidores de palomitas, entonces cabe preguntarse una vez más… ¿Cuál es la puta diferencia? ¿Qué hace a TDK la mejor de todas?

Para mí,  la puta diferencia la hace el señor Christopher  Nolan, el grandioso director de esta película que logra lo imposible, algo por lo cual uno como comiquero ha estado peleando desde el comienzo de los tiempos, me refiero al hecho de demostrarle al mundo entero (no comiquero, por cierto) que se le puede dar un tratamiento serio y profundo  a un personaje de comic que se viste de murciélago y se convierte en justiciero para vengar la muerte de sus padres, prueba fehaciente de ello, es el hecho de mostrar a un Batman desesperado por colgar el manto o mejor dicho traspasárselo a un héroe de verdad, que la gente puede ver a la luz del día, y no sentirle miedo igual que los criminales, personificado éste por el fiscal de distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart, a quién recordarán en películas como Gracias por fumar), inclusive cuando Dent se convierte en el desquiciado Two faces; Batman elige no desmitificarlo ante los ciudadanos de Gotham City y echarse él la culpa de todas las cagaditas que se alcanzó a mandar Mr. Dent en su arranque sicótico (que en todo caso no fue para tanto, pero si suficiente para que Batman vuelva a ser cazado por los fuckin’ cops), es más, se atreve Nolan a mostrarnos a un Bruce Wayne en algunos negocios medios turbios y sórdidos con el gobierno gringo, es tan intenso el realismo planteado por el director, de esta ficticia Gotham City, que inclusive  la aparición del Joker tiene bastante lógica, pero no nos adelantemos, al Joker lo quiero dejar para el final (este payaso psicópata y cagao de la cabeza merece un capítulo)

Así las cosas, tenemos un escenario hiper realista y que francamente se agradece, ya que por primera vez la gente puede apreciar los conflictos internos que hacen de Batman el más humano de los superhéroes y no solo porque no tiene súper poderes sino que además porque, con su psique tremendamente perturbada, nos presenta a un tipo que claramente no disfruta con lo que hace sino que más bien, es una condena auto impuesta de la cual ya está más que chato.

Respecto a las actuaciones, que se puede decir, están todas más que sólidas y se nota que hay una evolución en los personajes, soberbios el gran Gary Oldman, y  sir Michael Caine, para los que vimos a Christian Bale en El Maquinista o American Psycho, sabemos que el tipo tiende a perderse en sus personajes y sus grandes actuaciones ya no son sorpresa, otra evolución notoria se la dio Maggie Gyllenhaal al personaje de Rachel Dawnes, quien fuera el punto flaco en Batman Begins a cargo de Katie-que-alguien-me-rescate-de-la-cientología-por-favor-Holmes; Aaron Eckhart convence tanto como el aguerrido fiscal de distrito como con el desequilibrado y despechado dos caras.

Y así sin más preámbulo, llegamos al malogrado señor Heath Ledger en una interpretación del villano más desquiciado, psicópata e hijo de puta que la ficción alguna vez llegara a conocer: THE JOKER. Puta que les puedo decir, ESTE HIJO DE SATANÁS LA REQUETECONTRA CAGÓ,  asombra el nivel de actuación espectacular y soberbio, todo en su personificación es perfecto, el rengueo, el saliveo constante, más todos los innumerables tics que hacen única su interpretación, de hecho es tan impresionante que te hace desear haber llevado pañales al cine, olvídense del Joker entrañable, bueno para la talla y hasta simpaticón que nos entregó Jack Nicholson, acá tenemos a un tipo que como bien señala Alfred/Micheal Caine, deja las cagadas que deja con el sólo fin de ver el mundo arder, a este tipo no le interesa cobrar recompensas, no existe dinero en el mundo que pueda detener su locura, si hasta llega un momento en la película en que uno se pregunta ”qué onda este hueón, como cresta lo van a parar”, si los agarra a todos pal soberano webeo, al teniente/comisionado Gordon, al inefable Harvey Dent (al cual incluso termina empujándolo a las fauces de la locura), para que decir al encapotado que lo tiene de casero en toda la película e inclusive al mismísimo espectador, ya que a cada escena te descoloca.

Ahora, este efecto se logra sólo con la unión de los talentos de Ledger y  Nolan, uno con su magnífica y exquisita interpretación, y el otro otorgándole un misterio y dinamismo jamás visto en películas de este género, el hecho de que aparezca de la nada y él mismo especule sobre el origen de sus cicatrices durante toda la película, te hace pensar que este payaso viene directamente del averno, de hecho lo notable de la mentada escena del interrogatorio es que Bats (y todos nosotros) nos damos cuenta que somos meros títeres en su obra maestra y que estamos al antojo de un psicópata de primera “no tienes nada para ofrecerme” le dice al atribulado murciélago quien se da cuenta que ni siquiera sacándole la rechucha va a lograr que le diga algo, si el masoquista de mierda más encima lo disfruta!!!, y es más, cuando le dice lo que quiere oír, no es más que otra fase de su plan maestro. No se ustedes pero no tengo memoria de un villano tan, pero tan seco. Sólo lamento que esto sería todo, no más Joker, se nos fue Ledger y se llevó consigo toda posibilidad de un segundo round con el murciélago, y eso se siente, aún más cuando le dice al batitipo que están destinados para hacer esto toda la vida, lo siento pero en ese momento no pude evitar derramar unas lágrimas.

En definitiva, esta película es invaluable no me pidan que le ponga estrellas porque ni todas las estrellas del universo alcanzarían para clasificarla, háganse un favor y vayan a verla una y mil veces, no esperen el DVD, no es lo mismo, ni siquiera con el home theater más ultramoderno del mundo, esta es una de esas películas que tienes que ver en el cine para que nadie pueda verte llorar ni esconderte en tu butaca como una nena  preescolar cuando ÉL aparece en pantalla. Que don sata te tenga en su infernal reino Ledger/Joker, que con esta interpretación de seguro te ganaste un lugar a su lado.

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