En el marco de una primera reunión de trabajo, el Gobernador de Iquique, Gonzalo Prieto Navarrete, recibió de manos de Alberto Prado Díaz, Director del Proyecto FIC-UNAP, Tarapacá en el Camino del Inca, un resumen ejecutivo del primer año de desarrollo de esta iniciativa. La autoridad provincial valoró que se ponga en valor temas patrimoniales y se les releve a un enfoque de recurso turístico. “La protección del patrimonio es relevante para involucrarlo en un producto turístico, en nuestra Región de Tarapacá”, enfatizó.

El encuentro se produjo en el Gabinete del Gobernador, hasta donde Prado Díaz llegó acompañado de investigadores y profesionales, que conforman el equipo base, como la abogada y experta en turismo Gloria Delucchi; además, María Isabel Fuente y Manuel Corvalán del área de la arquitectura; Cristian Dinamarca, Antropólogo Social y  Guillermo Flores, del área jurídica. Mientras, otros  investigadores  como el arqueólogo Horacio Larraín, desarrollaban campañas de terreno, avanzando en la investigación.

Estas localidades identificadas son 10, habiendo firmado el proceso de consulta, ya con 7 de ellas como, Miñe Miñe, Suca, Calatambo, Aroma, Quipisca, Tamentica y Huatacando, de acuerdo al Convenio 169 de la OIT, que establece la consulta ante cualquiera intervención, en tierras ancestrales, que  constituyen  un espacio y territorio indígena.

Sentido del proyecto

Según explicó Prado, el proyecto apunta a la implementación de un instrumento de planificación e innovación en la gestión para la puesta en valor de los vestigios y sitios patrimoniales asociados a las rutas del Qhapaq Ñan o Camino del Inca. Considerando la transferencia tecnológica a las comunidades y emprendedores de la Provincia del Tamarugal involucradas en esta ruta, destacando la estructuración de productos turísticos asociados al turismo de intereses especiales con énfasis en la sustentabilidad del patrimonio existente.

En este contexto, el eje del proyecto, corresponde a construir un instrumento que confiera y acuerde valor a un territorio extremo y complejo; por la fragilidad ambiental, por su valor etnocultural, y por el afán de diferentes actores y actividades productivas a la que está expuesto dicho territorio -actividad agrícola y recursos mineros, industrias, desarrollo urbano-, los que por tanto, lo sitúan en una situación de fragilidad e incertidumbre, colocando en riesgo los valores naturales de herencia cultural que posee y la destacan, como parte de la ruta que siguió el camino del Inca”.

Además indicó que la iniciativa reconoce la necesidad de desarrollar una estrategia de intervención territorial que aborde la problemática patrimonial en su totalidad, la de sus bienes, su soporte medio ambiental y la de sus actores.

Ante ello, se propone actuar sobre las variables y temáticas que abarca el territorio circunscrito  sobre la lógica del manejo territorial con aspectos innovadores en la gestión asociativa de los actores locales, estimulando sus emprendimientos en pro de la conservación y protección de su herencia cultural. Cerciorándose de intervenir con la cautela y la intención de construir una base sólida de participación e información.

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