Premonición de Café con Televisión (a los 30 y algo)

En los albores de la década de los 90’s cuatro tipos con pinta de niños bien; pinta de modelo teenager y un poco nerdy, se tomaron la escena musical británica y supieron venderle al mundo el tan manoseado BritPop. Mientras los combos iban y venían en la pelea eterna con los palurdos de Manchester, el mundo se regocijaba con cada single que lanzaban; llevando siempre al extremo la búsqueda sonora y estética audiovisual.

¿Fue Blur el mejor nombre? El tiempo lo dijo y resultó. La movida maestra de la disquera que sugirió el cambio de nombre, jamás pensó que Albarn y compañía le harían la pega más fácil superando records de ventas cada vez que le daban a negras y corcheas.

Ese mismo grupo que la rompía hace más de una década nos visitará en octubre de éste año; en un romance eterno; un affaire mesiánico entre la fanaticada ya no tan joven que espera volver a corear cada uno de sus singles. Blur, integrado por los músicos Damon Albarn, Alex James, Graham Coxon y Dave Rowntree llegarán con su más reciente material, The Magic Whip, disco lanzado el 27 de abril y que marcará el regreso un siempre esperado nuevo disco.

Era que no, las entradas se agotaron en tiempo record. Chile, me atrevería a decir, tiene una fijación por la Isla de la Reina que aún no se pasa. Concepción es un mini Londres/Manchester cuando se le ocurre, y Santiago rebosa y hiede a esquina de Londres en invierno; húmedo y asqueado; como si de un momento a otro saliera de la esquina más próxima un Patrick Morrisey pero mal afeitado y más moreno.

Pudo ser que nos agarró esa ondilla British en el mejor momento como país, sintiéndonos joven y descubriendo el éxtasis y la House como quien busca la fiesta eterna en su juventud. Hoy, los héroes, ya no tan poderosos, comienzan la perigración por esos lares que jamás esperaron – y vienen más de una vez por año- y que a estas alturas ya les parecen mágicos. ¿Consecuencias de la crisis de las disqueras? Quien sabe; sólo sabemos que por fin, estarán aquí, y podremos gritar fuerte un “Uhhhhhhhhhhhjú” cuando Albarn cante el coro de Song 2.

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