Su gusto compartido por el pop sintetizado y emotivo los llevó a re-imaginar la canción en clave acid house. Ya se liberó en las plataformas digitales el single colaborativo que nace de las sesiones de escucha y la complicidad cercana al fanatismo en torno a las canciones de la cantante sueca.
«En varias ocasiones nos hemos juntado a escuchar vinilos y conversar de música, eso nos obliga siempre a obsesionarnos con algún tema que en particular nos guste. Y eso pasó cuando nos pusimos a escuchar a Sally Shapiro. Nos hicimos adictos a cantar I Know y bailarla. De esa manera nació un proceso lento y delicado en la versión y composición. Lo primero fue llevarla al español y que nos hiciera sentido, después vino la selección de instrumentos y sonidos. Dejamos para el final la grabación de voces en donde ambos cantamos«, cuenta Miklos.
Vicente Sanfuentes estuvo a cargo de la mezcla de la canción y Chalo Gonzáles de la masterización.