Los expositores fueron encabezados por la destacada empresaria gastronómica Fidelia Valenzuela, conocida por muchos como, La Pichuca, heredera de una tradicional familia iquiqueña, que recordó lugares emblemáticos como el Bar Inglés, El Club Norte América y la ex Casa del Deportista, además de una breve reseña de las Cinco Esquinas.
Otro invitado fue el empresario y emprendedor Guillermo Morales, creador del añorado Reloj del Cerro, contó como desde adolescente soñó con grabar mensajes luminosos en los cerros de la cordillera de la costa y cómo lo logro.
El historiador local Mario Zolezzi, actual dueño del Bazar Obrero, comercio que cuenta con 104 años de presencia en Iquique, participó en el encuentro con su mirada crítica a la situación actual de la ciudad y sus aportes sobre personajes, costumbres y lugares históricos.
Finalmente un Guillermo Ross Murray, iquiqueño, poeta e hijo único como gusta definirse, contribuyó con su mirada perspicaz y mordaz, además de su estilo lúdico y ameno en la conversación llevada a cabo
Futuro
Los expositores recordaron la época de una ciudad más tranquila y pequeña donde todos se conocían, hablaron de edificios que no existen y de qué manera la gente se relacionaba con ellos. Otra conclusión en común es la sensación de pérdida de la identidad de lo iquiqueño debido al progreso, además de la llegada masiva de personas nacionales como extranjeros en las últimas décadas.
Para Zolezzi la preservación de la memoria sería posible por medio de la educación escolar, “en todo el país deberían enseñarse historia regional en los colegios, para que desde joven se tenga una identidad y con ello respeto por el territorio”, concluyó.
Para Fidelia Valenzuela, Iquique tiene un espíritu que contagia a los nuevos residentes, “espero que los nuevos iquiqueños sientan esa magia que tiene ésta tierra, eso que nos lleva a ser bondadosos, alegres solidarios y a conocernos unos con otros”, finalizó pidiendo que quieran y respeten la ciudad.
