Rojas estuvo en Iquique  presentado por la Fundación Espacio y Desarrollo del Colegio de Arquitectos de Chile, que quiso acercar la labor y la obra del premio nacional a las regiones, esto gracias al fondo ventanilla abierta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. El profesional fuie presentado en el Salón Tarapacá donde hablo del trabajo realizado por la comunidad chilota en la defensa de su patrimonio arquitectónico.

El trabajo que hemos desarrollado es la elaboración de una arquitectura que se sustenta en la arquitectura del pasado. Que toma como referente la obra arquitectónica de la tradición buscando juntar tradición y modernidad, lo nuevo con lo viejo que son las grandes problemáticas que se plantean en las ciudades ¿Cómo juntas patrimonio con desarrollo? ¿Cómo juntar la tradición con la contemporaneidad?”, declaró el arquitecto.

Para Rojas el modelo es responsable de los problemas urbanísticos, “nuestra gran problemática es que el modelo que nos rige es el neoliberal, el cual dice que el mercado ponga las reglas del  juego  y no la planificación de la ciudad. Las inmobiliarias ven terreno que pueden utilizar para densificar el centro con grandes torres y guetos verticales, en circunstancia que ese tipo de respuesta   lo que hace es destruir el lugar y la identidad”.

El barrio El Morro

El premio nacional dijo estar al tanto de la iniciativa de declarar zona típica al barrio el Morro versus los intereses de las inmobiliarias, pero aboga por una solución más ecléctica, “creo que no es ni lo uno, ni lo otro en plenitud, no podemos decir este lugar lo vamos a congelar y no tocar nunca más, o no aquí se puede votar todo. Lo que hay que hacer es producir una mixtura, A lo mejor en el barrio El Morro perfectamente se puede densificar pero no con torres, a lo mejor hay que meterse al interior de las manzanas  generar pequeños edificios de altura de tres o cuatro pisos. Perfectamente se pueden hacer intervenciones, en la medida que tengamos una declaratoria de zona típica que resguarda el carácter la identidad y el patrimonio donde también tú puedes desarrollar una obra contemporánea. El Morro puede perfectamente recibir esta declaratoria de zona típica pero con la flexibilidad necesaria para la renovación urbana contemporánea, porque sin duda las polillas están y hay que terminar por echarlas, pero no por eliminarlas a ellas vas a botar el patrimonio”.

Compara el proceso de la declaratoria con el trabajo realizado por la comunidad de Chiloé por preservar su patrimonio, “el caso de los palafitos de Chiloé era que fueron considerados poblaciones marginales a fines de los años 70, estaban con decretos de erradicación completos. Lo que nosotros planteábamos, es lo mismo que le plantearíamos a las inmobiliarias aquí en relación a las polillas y esas cosas, que este problema no es estético si no que ético, y esta es una arquitectura única en Chile y el mundo, lo que hay que hacer aquí (Chiloé) no es erradicar, no es demoler, es mejorar las condiciones,  generar programas de dotación de alcantarillado, agua potable, electricidad, etc. Estos conjuntos de viviendas que eran totalmente desechables al recibir estos programas de mejoramiento, de reparación, de pintura  se convirtieron de una condición marginal a los íconos de la arquitectura de Chiloé, ellos hoy son el soporte de toda una renovación urbana con arquitectura contemporánea que dialoga con esta arquitectura preexistente. La mirada es la mirada de los arquitectos que ve esta arquitectura como impresionante y única, pero si las autoridades no le dan valor los habitantes le dan valor porque habitan ahí. Entonces arquitectos y habitantes de los palafitos son los que montan la defensa de los palafitos”.

Bajo las premisas del argumento anterior declaró importante velar por el patrimonio del barrio El Morro, “Se debe evitar el urbanicidio de El Morro y también darle unas medidas a las torres, si dejan liberado la altura y no se le pone un límite o se definen áreas en que sí puedan haber edificios, pero otras áreas que tengan sus escalas. Si hay muchas torres hay más gente, más autos donde las calles no están preparadas para eso, entonces vas generando problemas más que soluciones. Lo que se busca en términos urbanos es producir calidad de vida y cuando tu la destruyes lo que destruye s es la felicidad de esos habitantes.

Ventajas

Finalmente Rojas asegura que a diferencia de lo ocurrido en Chiloé en Iquique existen diversas condiciones para lograr la debida protección el patrimonio, “la ciudad posee un alcalde que está preocupado por pensarla ciudad y planificarla, alcalde que se apoya de la gestión de los arquitectos que está al interior del municipio. Otra ventaja es una escuela de arquitectura que puede apoyar procesos de este tipo, en ella hay contingentes y estudiantes que uno los podría a pensar ¿Cómo en El Morro de podemos densificar, generar propuestas contemporáneas manteniendo la identidad y la escala del lugar?”, Concluyó.

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