Ante la euforia de 15 mil personas se presentó en Santiago de Chile el artista británico Morrissey. A las 9 en punto el artista pisó el escenario de Movistar Arena bajo los acordes de First of the gang to die. Luego se fueron sucediendo una serie de clásicos, como Alma Matters y You have killed me.

Puntos altos y coreados por un Arena que a cada minuto se encendía más, fueron Every day is like Sunday y Let me Kiss you. En total fueron 21 temas en cerca de una hora cuarenta minutos que hicieron un perfecto recorrido por sus clásicos de la época de The Smith y grandes éxitos de sus álbumes como solista, con un set list diferente al presentado en el festival de Viña del Mar.

Esperado por sus incondicionales desde tempranas horas, el artista británico se mostró cercano a su público y fanáticos –tal como lo hizo durante toda su estada en Chile- logrando  una conexión que era agradecida con gritos y plausos tanto para el artista como para los 5 músicos que integran su banda. El propio Morrissey se encargó de decir que estaba “feliz” de estar en Santiago.

Antes de su show, se presentó Kristeen Young, cantante de rock, compositora y tecladista proveniente de St. Louis, Missouri, quien es apadrinada por el ex The Smith. Tal como lo ha hecho en conciertos anteriores de Morrissey, Kristeen Young estuvo cerca de 30 minutos en el escenario del Movistar Arena.

Nuevamente la experiencia Colors se hizo realidad, no solo con este esperado concierto, sino también con la invitación que esta vez hizo a cientos de fanáticos favorecidos con entradas y acceso gratuito a un VIP lounge que pudieron disfrutar previo al concierto del artista.

Luego de una intensa semana en Chile, que lo llevó a presentarse en el escenario del festival de Viña del Mar y en la capital, Morrissey y todo su equipo partieron a Argentina, para seguir su gira por el resto de Sudamérica.

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